Se acaba de publicar el ultimo libro de Neil Gaiman. Es una compilación de ensayos, The View from the Cheap Seats. Este blog está en su infancia, pero a poco que os hayáis paseado por aquí ya os habréis dado cuenta de que soy fan impenitente de Gaiman. Lo que más me atrae de Gaiman no son ya sus libros, que también, ni su estilo al tiempo erudito y lúdico, que por descontado, si no es qué le apasionan los temas que me apasionan. Así que cuando leí el titulo del séptimo articulo de la colección me encontré en el séptimo cielo: ¿Mitología? ¡¿Jardines?! ¿¿Cómics?? ¡¡¿¿Cuentos de hadas??!! Will you marry me Neil Gaiman? (ay no, que ya se ha casado con la maravillosa Amanda Palmer y tienen un reciente retoño, Ash, al que está dedicado este libro).
El artículo, originalmente un discurso, explora el vínculo entre la memoria y la ficción o, más justamente, el contar ficciones (storytelling). Gaiman ha hablado frecuentemente de la necesidad de contar historias (los cuentos de siempre) a los niños. Aquí, en un pasaje de ecos borgianos, dice:
… nuestras imaginaciones (si son nuestras) deberían estar basadas en nuestras vidas y experiencias, todos nuestros recuerdos. Pero todas nuestras memorias incluyen los cuentos que nos contaron cuando niños, todos los mitos, todos los cuentos de hadas, todas las historias,
Sin nuestras historias estamos incompletos.
Without our stories we are incomplete… Qué bella frase. The Cuentista tiene la teoría de que el vinculo entre memoria y ficción es primigenio y prosaico. Que ambos nacieron al mismo tiempo como una misma cosa. O que la memoria precedió en poco a la ficción y ésta surgió de la necesidad de construir y asimilar recuerdos colectivos que fueran mas allá de la memoria individual. Neil Gaiman ve la relación entre memoria y ficción sobre todo desde la perspectiva de la asociación, esa parte fundamental de la creatividad. Aquí es donde encaja el tema de la jardinería. Como aficionada reciente pero apasionada a este arte (que practico como Gaiman de un modo totalmente amateur, felizmente caótico y sin mayor ambición ni éxito) no puedo dejar de regocijarme en el sencillo hallazgo de esta metáfora: Los mitos son abono.
En la jardinería el proceso es lo divertido, los resultados son secundarios (y en mi caso, normalmente accidentales).
Y uno aprende mucho sobre abono: restos de comida y hierbajos del jardín y sobras que se pudren con el tiempo hasta convertirse en una tierra espesa, negra, limpia, nutritiva, repleta de vida, perfecta para hacer crecer cosas en ella.
Los mitos son abono.
Para Gaiman, los cuentos, las historias, tienen poder. En el sentido mas literal del término. Escribió el cuento Snow, Glass, Apples para demostrárselo a un grupo de académicos especializados en cuentistica y folklore que eran indiferentes a la magia de los cuentos de hadas, como si éstos tuvieran un valor meramente arqueológico. El cuento se encuentra en la recopilación Humo y Espejos, traducido como Nieve, cristal, manzanas y es uno de los mejores recuentos de hadas del panteón clásico. Para los que no lo hayáis leído (pero leedlo), el punto de partida es el primer párrafo de la versión de Blancanieves de los Grimm y surge de preguntarse: ¿por qué la princesa tiene el pelo tan negro como el carbón? ¿por qué su piel es tan blanca como la nieve, y sus labios rojos como la sangre? ¿ésto es normal? ¿y si esa palidez denotara una anemia crónica? ¿y si el color de los labios no fuera una metáfora si no una descripción literal? ¿y si Blancanieves fuera lo que parece, es decir, un monstruo…?
La historia se cuenta desde la perspectiva de la reina. Es su intento desesperado de salvar el reino de una princesa que solo ella sabe despiadada y monstruosa. Hay necrofilia, incesto, pedofilia y sangre, mucha sangre. Vamos, lo que corresponde al género (pre-censuras recopilatorias). Es un cuento que te deja mal cuerpo. El happy ending resulta bastante menos feliz cuando lo vives desde el horno donde la reina sabe que la van a quemar viva. La única moraleja es que las historias las escriben los que sobreviven. O no. El mismo Gaiman describe así la impresión que produce:
… un experimento bastante extremo, como dar un sorbo a una taza que pensabas de café, y encontrarte que alguien le ha echado wasabi. O sangre.
Así que para Gaiman los cuentos tienen poder. Y tienen poder porque crecen, o en la medida en que crecen, en ese terreno ya abonado y fértil que son los mitos. De ese modo entiendo yo se apropian de sus arquetipos, su fuerza y su vinculo con la conciencia colectiva. Algo parecido a lo que decía Diana Wynne Jones (Dogsbody):
Si coges mito y folklore y cosas que hablan con un lenguaje simbólico, pueden interpretarse de tantas maneras que aunque la imagen misma es transparentemente clara, la interpretacion es infinitamente borrosa. Una especie de enorme arco iris de todos los colores que se pueden imaginar.
Borges y Cortázar recontaron en el mismo año, 1947, el mito de Teseo. Ambos también recurrieron a mostrar la historia desde la perspectiva del antagonista. En Los reyes, Cortázar hace que Ariadna esté enamorada del Minotauro, un ser apacible y razonable en contraste con el agresivo, casi salvaje, héroe griego. En La Casa de Asterión, el rey-toro se pasea por su laberinto esperando que Teseo venga a salvarle de las garras del tiempo. Los dos cuentos de los dos argentinos se asientan en la convicción de que el mito y el símbolo consitutuyen la base misma de la ficción y prestan las herramientas mas idoneas para aprehender la realidad. Dice Borges:
… en el principio de la literatura está el mito, y asimismo en el fin.
Gaiman cuenta que Sandman nació de la idea de experimentar con los mitos y fue un intento de crear una nueva mitología que convenciera, que se sintiera autentica (that felt right).
En Sandman: Estacion de nieblas decidí enfrentarme a los mitos cara a cara para ver como funcionaban y como eran de robustos: ¿en que punto la suspensión de la duda se desmorona y muere? ¿Cuántos mitos podría uno meter, metafóricamente, en una cabina telefónica? ¿ó poner a bailar en la cabeza de un alfiler?
Así que juntó ángeles y demonios con dioses egipcios, y japoneses y de las sagas nórdicas. Mitos de la historia del cómic, y también hadas:
Me quedé asombrado al comprobar lo robusta que era la estructura; tendría que haber sido un caos indigerible, … y en cambio resulto ser un gumbo [sopa creole] muy rico. La duda siguió suspendida y reafirmé mi fe en los mitos como algo fundamentalmente vivo y con lo que trabajar.
Estación de nieblas presagia American Gods, que es un road movie que mezcla la mitología clásica y los mitos impostores de la modernidad. La razón por la que el utilizar los mitos como abono funciona es porque los mitos son verdad. O, según lo pone Gaiman, porque lo que cuentan es verdad. Más radical Joseph Campbell:
Los mitos son mucho mas importantes y verdaderos que la Historia. La Historia es periodismo, y todos sabemos lo fiable que es eso.
Rollo May decía que no hay mayor prueba del empobrecimiento de nuestras cultura que la concepción popular (y errónea) que identifica mito y falsedad. En muchos aspectos, las ciencias han desplazado a los mitos en su funcion de ordenar y dar forma al caos. Y sin embargo los mitos perviven en las historias que nos contamos. Quizá inesperadamente, la fantasia es hoy sin duda el genero mas popular en todos los medios de ficción narrativa. Pero no deja de ser paradójico que el género narrativo que más invoca la imaginación pura, se haya convertido en el más anquilosado. Lleno de tópicos, repetitivo, confortable, tranquilizante. Historias a menudo hechas como rellenando aquellos dibujos que te indican que color corresponde a cada numero.
Tolkien, Lord Dunsany o Borges construian sus ficciones, como hace Gaiman, desde un conocimiento no solo extenso sino además íntimo de los mitos. De los textos manoseados de la antigüedad, las tradiciones asiáticas, las sagas de la edad oscura y los cuentos de hadas. Muchos escritores hoy día afrontan la fantasía sin haber leído nada anterior al siglo XX. Cabe preguntarse: ¿es posible alcanzar la misma ración de Verdad sin cultivar las ficciones en el abono fértil del mito? Para Gaiman, es la diferencia entre un buen vino y una coca-cola. Nosotros dejemos la ultima palabra al poeta, en este caso Yusef Komunyakaa.
Comí mitología & soñé
The View from the Cheap Seats incluye mas de 80 ensayos, discursos, semblanzas y reseñas, con títulos como: Erase una vez; Recordando a Douglas Adams; De cómics y películas; La pornografía de género, o el género de la pornografía; De sueños y pesadillas: historias de H.P. Lovecraft; y el famoso Make Good Art. Para Gaiman en castellano, este blog traduce las entradas del blog del mismo Gaiman al español.
Alicia says
junio 10, 2016 at 10:37 pmNo he leído nada de Neil Gaiman, pero este libro parece muy interesante, la verdad, y lo has analizado a la perfección, como siempre 🙂
Hace años leí «Psicoanálisis de los cuentos de hadas», de Bruno Bettelheim, (http://www.casadellibro.com/libro-psicoanalisis-de-los-cuentos-de-hadas/9788498920864/1657731), donde se explica desde la psicología los cuentos infantiles, y es también muy interesante, aunque algo más profundo tal vez por lo del tema psicoanalítico. En la introducción se dice:
«..los cuentos de hadas enseñan bien poco sobre las condiciones específicas de la vida en la moderna sociedad de masas; estos relatos fueron creados mucho antes de que ésta empezara a existir.
Sin embargo, de ellos se puede aprender mucho más sobre los problemas internos
de los seres humanos, y sobre las soluciones correctas a sus dificultades en
cualquier sociedad, que a partir de otro tipo de historias al alcance de la
comprensión del niño. Al estar expuesto, en cada momento de su vida, a la
sociedad en que vive, el niño aprenderá, sin duda, a competir con las condiciones
de aquélla, suponiendo que sus recursos internos se lo permitan.»
The Cuentista says
junio 11, 2016 at 11:13 amGracias Alice. Conozco bien la obra de Bettelheim que como dices fue fundamental en la revisión del valor y significado de los cuentos de hadas. Bettelheim se centra en los aspectos psicológicos y funcionales de los cuentos desde la perspectiva de la infancia. Me gusta mucho el análisis que a partir de el se ha hecho del papel que cumplen los cuentos en el proceso de crecimiento y madurez de los niños, que contrasta con el modo mas protector que tenemos ahora de educarlos. Así, si un niño piensa que hay un monstruo debajo de su cama, la tendencia actual es demostrarle que no es así, los monstruos no existen, se puede comprobar que no hay nadie ahí abajo… esto a los niños no les sirve de mucho. En cambio el cuento popular accepta y reconoce ese miedo. Les dice, si, hay monstruos, si, puede suceder lo peor de todo: que hasta tus padres te abandonen. Y aun así, puedes sobrevivir, puedes vencer los peligros. Y les explica como. Pero esta es solo una capa de las muchas. Hoy sabemos que los cuentos de hadas nacieron para audiencias adultas, que las recopilaciones del XVIII y XIX eliminaron muchos elementos gore y sexuales, que ya habían empezado a dulcificarse también en la tradición oral. Y que en el cuento de hadas están los mitos, los tabus, la memoria, la formación de la conciencia, procesos iniciaticos… y quien sabe cuantas capas mas de contenido.