Chuck Palahniuk es un de los autores contemporáneos mas generosos compartiendo lo que sabe del oficio de escribir. Su tema central es el de la veracidad, la autenticidad de la historia: como hacer que el lector suspenda su incredulidad y se meta en el cuento. Muchos de sus consejos explican recursos narrativos que sirven para construir esa autenticidad. Suele dar consejos practicos, muy de las manos en la masa, de meterse en el engranaje literario y ver que tornillos ajustar y que botones apretar para que el escritor consiga de modo consciente sus objetivos. En esta entrada The Cuentista repasa algunas de sus ideas de como usar objetos en una historia.
Según Palahniuk, un objeto, como elemento narrativo, cumple cuatro posibles funciones:
ESPOLETA DEL RECUERDO
Un objeto puede actuar como el eco de un hecho pasado y así justificar la introducción de ese hecho en la historia. Además, a partir de un objeto se puede recrear de un modo muy plástico la emocion, las sensaciones y la sabiduria o conocimiento que emana del pasado. Palahniuk, que a menudo tiene referencias mas cinematográficas que literarias, pone como ejemplo el diamante azul de Titanic (que al encontrarse entre los restos del rescate invoca la presencia de Kate Winslet, no me preguntes el nombre de su personaje). Igual es que Chuck no me lee francés pero francamente, me parece que aquí el paradigma es la magdalena de Proust.
Un día de invierno, al volver a casa, mi madre, viendo que yo tenía frío, me propuso tomar, contra mi costumbre, un poco de té. Dije que no, primero, pero luego, no sé por qué, cambié de opinión. Mandó a comprar uno de esos bollos pequeños y rollizos que se llaman magdalenas, y que parecen haber sido moldeados en las valvas con ranuras de una concha de Santiago…
Y, de repente, el recuerdo aparece. Ese gusto es el del trocito de magdalena que el domingo por la mañana en Combray (porque ese día yo no salía antes de la hora de misa), cuando iba a decirle buenos días a su habitación, mi tía Leonie me daba, después de haberlo mojado en su infusión de té o de tila…
Esto es mucho mas efectivo que usar la reflexión interna o el diálogo para invocar el recuerdo. Imaginemos que un buen día entra la madre de Proust y le dice, «¿oye Marcel, te acuerdas de cuando la tía Leonie…?» No tiene la misma fuerza.
Un objeto que causa un recuerdo no tiene porque necesariamente revelar nuevos hechos o avanzar la trama. En el final de Euforia de Lily King, el protagonista, un antropólogo, se encuentra muchos años mas tarde recorriendo una exposición de artefactos tribales del tiempo en el que transcurre la novela y que incluye fotos de la mujer que amó. Va mirando todo lo mas rápido que puede, sin pararse en las fotos. Sin embargo, no puede evitar detenerse delante de una máscara ritual:
… en el hueco de cada ojo habia pequeñas conchas de caurí ovales, puestas hacia arriba con los bordes dentados simulando las pestañas de un ojo cerrado. Otras cinco conchas de caurí estaban puestas a lo largo de la frente, como una corona. Fue esta linea de conchas la que llamó mi atención. Había algo irregular. La de en medio era más grande. De hecho, no era una concha sino un botón, un botón de marfil perfectamente redondo pegado en esa frente de barro. Fui a cogerlo. Mi mano se dio un golpe contra el cristal. No se rompió, pero hizo un fuerte ruido, al que siguió un repentino silencio a mi alrededor.
—¿Ha visto a algún conocido?»—dijo uno de los donantes del museo, y los otros se rieron nerviosos.
Atrapados en los agujeros del botón había trozos de hilo azul claro. Me forcé a seguir a la próxima vitrina. Solo era un botón. Solo era un poco de hilo. De un vestido azul arrugado que una vez desabroché.
El momento no revela nada nuevo al lector. Reconocemos ese botón. Sabemos cómo llego hasta allí. Conocemos ese vestido azul. Y precisamente por ese conocimiento privilegiado, cuando acompañamos al narrador en su recuerdo un escalofrío recorre nuestra espalda. Es posible que soltemos alguna lagrima. El efecto es más visceral, mucho más emocional, que si los sentimientos del protagonista después de tanto tiempo se hubieran explicado con palabras.
LA PISTOLA ESCONDIDA
Esto es el objeto que permanece oculto o ignorado, hasta que se destapa para forzar un momento crucial de la trama. Como recurso narrativo no esta limitado al uso de objetos. El nombre viene de la obra de Chejov La gaviota, donde en el primer acto un personaje carga una pistola y la deja ahí. Al final la historia se resuelve con el disparo de esa pistola (de aquí también viene el famoso principio de: no saques una pistola si no la vas a disparar).
Un ejemplo que pone Palahniuk es el Rosebud de Citizen Kane. Uno es consciente de Rosebud y de su importancia desde el principio de la historia (y su relación con otro objeto, la bola de cristal) pero no es hasta el final que el objeto aparece y otorga una dimensión nueva a todo lo que llevamos visto.
La técnica también puede funcionar de un historia a otra. Por ejemplo, en la saga de Regreso al futuro, en la segunda película, el aeropatín que guardan en el Deleuran será usado luego para el rescate en la tercera película.
Este es un recurso muy conocido y es fácil de abusar, pero hay maneras de usarlo sutilmente. Palahniuk insiste que es un recurso muy útil que todo autor debe dominar. Identificar el arma escondida consigue que tu historia no divague hasta el infinito, sin encontrar sentido ni conclusion.
EL PROP GESTUAL
Objetos que están ahi para que el personaje se exprese a través de ellos de manera gestual, mas allá del dialogo o de la acción. . El propósito suele ser dar mas dimensión al personaje, profundizar en el carácter y proporcionar al lector mas claves de lectura. Palahniuk saca a colación la maravillosa película Harold and Maud y el anillo que Bud Cort le da Ruth Gordon. El acto de darle el anillo es un gesto que subraya la union entre los dos. Cuando ella lo echa al océano esta expresando su personalidad que quiere ser libre de ataduras.
En Sir Gawain y el caballero verde, hace aparición un objeto que va a ser utilizado mayormente como pro gestual. Una dama enamorada entrega a Sir Gawain su cinturón verde, lo que sirve como prueba de su amor. El lo accepta pero porqué se entera de que tiene poderes mágicos, y se lo pone para que le ayude en su próxima misión, no por amor a la dama. Mas tarde, el suceso le avergüenza, lo cual queda claro porque:
… lleva siempre el brillante cinturón ceñido en bandolera bajo el brazo izquierdo, atado en apretado nudo, en prueba de que fue cogido una vez en falta.
Para Sir Gawain, llevar puesto el cinto refleja su negación a perdonarse el deshonor y la cobardía de haberlo aceptado. Sin embargo la reacción de los demas caballeros y damas de la corte es tomarselo a risa. Sin ninguna solemnidad deciden hacerse todos cintas verdes y llevarlas puestas en solidaridad con Gawain. Finalmente, el cinturón verde se convierte en el simbolo y distintivo de la Tabla Redonda. El mismo objeto es usado por distintos personajes para expresar cosas diversas mas allá de las palabras.
IMAGEN DE CONTINUIDAD (“THROUGH-LINE IMAGE”)
No se muy bien como traducir este concepto… Palahniuk se refiere a un objecto recurrente, que aparece en la acción sin mas propósito que dotar a la historia de un elemento de continuidad. Quizá uno de los usos mas artificiosos de un objeto. Palahniuk saca un ejemplo de una pelicua, Creepshow, de George Romero con guión de Stephen King. La película esta hecha de historias independientes, pero en todas aparece un cenicero de mármol verde. Es un elemento comun a un tiempo integrador e intrigante.
Palahniuk esta principalmente interesado en el uso de los objetos para avanzar la acción, y los cuatro tipos de funciones de objetos que menciona van en esta linea. Pero los objetos también pueden ser usados como instrumento narrativo para otros propósitos. Se me ocurre que los principales son dos:
ELEMENTOS DE LA DESCRIPCION
Los objetos son una manera de contribuir a la desripcion de un personaje o de su contexto. Así, actúan como pinceladas que añaden colores y texturas a un cuadro. Esto no es física cuántica. Pero merece la pena plantearse cuando se describe un personaje como la mención los objetos que le rodean puede ser mas efectivo que el uso de adjetivos: en vez de decir que el personaje es culto, mencionar los libros que tiene esparcidos por toda la casa. Los objetos ademas pueden ser mucho mas precisos que las descripciones. Si escribes que alguien es rico, cada lector puede hacerse una idea diferente. Si le haces aparecer en escena con un coche, si el coche es un Rolls Royce da una información distinta que si es un Mercedes. Consideremos el famoso episodio de las camisas de El Gran Gatsby:
Cogió un montón de camisas y empezó a lanzarlas, una a una ante nosotros, camisas de hilo puro, de seda tupida, de franela fina que se desdoblaban al caer y cubrían la mesa en una confusión multicolor. Mientras expresábamos nuestra admiración, Gatsby siguió sacando camisas y el suave y suntuoso montón fue cobrando altura: camisas a rayas y con arabescos y estampados de color coral, verde manzana, lavanda y naranja claro, con monogramas de un tono añil.
Los objetos que se utilizan como elementos puramente descriptivos tiene menor significado que los que se utilizan para avanzar la acción, y puede bastar mencionarlos solo una vez. Al mismo tiempo, merece la pena considerar que objetos con entidad narrativa pueden también tener un valor descriptivo. La magdalena de Proust inicia un rio de recuerdos, pero también nos cuenta que Proust es el tipo de persona que se sienta a tomar un te con magdalenas en una vajilla de porcelana.
SIMBOLOS
Finalmente, se puede investir a los objetos de una valor simbolico que les eleva mas alla del desarrollo narrativo de la historia, para hacerlos parte de sus temas, de las tripas, del fondo de lo que se cuenta. Esto es un recurso tan antiguo, que es legitimo preguntarse si en los cuentos de hadas existen los objetos sin carga simbolica. Otra cosa es que hayamos perdido la certeza de lo que simbolizan. Es muy posible la manzana simbolice la sabiduría y que la caperuza roja simbolice la menstruación. Si entendemos los cuentos de hadas como narraciones en si mismas simbólicas, que pretenden representar caminos de iniciación o ritos de paso, el valor simbolico de los objetos se convierte en algo intrínseco a su significado. Pero estos objetos simbólicos también se usan a menudo como modos de avanzar la acción: la manzana que envenena a Blancanieves, el aguja de la rueca con la que se pincha la bella durmiente…
En 1984, el recurrente pisapapeles de cristal con un coral dentro no cumple ningún propósito narrativo. Su significación es sobre todo simbolica, y opera a varios niveles. Cuando Wiston lo compra se siente atraído por su naturaleza inmutable (no es posible modificar una bola de cristal, al contrario que las fotografías que Winston manipula para eliminar la existencia de personas) y simboliza el pasado y la libertad perdida. Mas tarde, el coral dentro del pisapapeles se compara con la frágil historia de amor de Wiston y Julia, protegida dentro de un cuarto libre de las cámaras del Gran Hermano. Cuando les descubren, el pisapapeles se rompe en mil pedazos, simbolizando el final de la aventura que ha sido solo un breve espejismo. Orwell se las ha arreglado para encontrar un objeto que si a primera vista parece aleatorio, resulta enormemente efectivo para representar los temas que recorren la historia.
Volvióse hacia la ventana y fijó la vista en el pisapapeles de cristal. Lo que le interesaba inagotablemente no era el pedacito de coral, sino el interior del cristal mismo. Tenía tanta profundidad, y sin embargo era transparente, como hecho con aire. Como si la superficie cristalina hubiera sido la cubierta del cielo que encerrase un diminuto mundo con toda su atmósfera. Tenía Winston la sensación de que podría penetrar en ese mundo cerrado, que ya estaba dentro de él con la cama de caoba y la mesa rota y el reloj y el grabado e incluso con el mismo pisapapeles. Sí, el pisapapeles era la habitación en que se hallaba Winston, y el coral era la vida de Julia y la suya clavadas eternamente en el corazón del cristal.
Pero muy a menudo, los objetos con carga simbolica también sirven como catalizadores de la acción. Pensemos en el Grial y en todas las novelas del ciclo artúrico en las que su busca proporciona el primer nivel de línea argumental. O en El Zahir (moneda argentina de 20 céntimos y, en arabe, uno de los 99 nombres de Dios) del cuento de Borges donde el significado simbólico y la acción narrativa concurren en una sola. La historia en si es simple: al narrador le dan un zahir de vuelta e intenta luego librarse de él al darse cuenta de que la moneda le esta volviendo loco. Pero Borges dota al zahir de tanto significado que toda la historia se apoya sobre el para examinar temas como la eternidad, la memoria y el olvido. Borges explica así el hallazgo de este cuento:
pensé: qué raro sería si hubiera algo que realmente no pudiéramos olvidar. Qué raro sería si hubiera, en lo que llamamos realidad, una cosa, un objeto ¿por qué no? que fuera realmente inolvidable.
Ese fue mi punto de partida, bastante abstracto y pobre; pensar en el posible sentido de esa palabra oída, leída, literalmente inolvidable, unforgettable, unvergesslich, inoubliable. Es una consideración bastante pobre, como ustedes han visto. En seguida pensé que si hay algo inolvidable, ese algo debe ser común, ya que si tuviéramos una quimera, por ejemplo, un monstruo con tres cabezas (una cabeza creo que de cabra, otra de serpiente, otra creo que de perro, no estoy seguro), lo recordaríamos ciertamente. De modo que no habría ninguna gracia en un cuento con un minotauro, con una quimera, con un unicornio inolvidables; no, tenía que ser algo muy común. Al pensar en ese algo común pensé, creo que inmediatamente, en una moneda…
Seguramente hay mas funciones que los objetos pueden cumplir en una historia. No he considerado las posibilidades, demasiado evidentes, del objeto mágico. Parece evidente también que podemos hacer que un mismo objeto cumpla diversas funciones. Palahniuk pone el ejemplo del anillo que aparece en Desayuno en Tiffany’s. Lo encuentra primero el marido de Holly Golightly en una bolsa de chucherías y se lo da al narrador. El anillo no vuelve aparecer hasta que los dos protagonistas se encuentran juntos en Tiffany’s. Paul se acuerda del anillo y pide que se lo graben, como regalo a Holly. Mas tarde, cuando la historia esta en su momento de catarsis y Holly está viviendo otro fracaso amoroso, el narrador le ofrece el anillo grabado. En la película ese gesto les reúne como pareja, en la historia original el anillo, que era un símbolo de su amistad, termina siendo el catalizador del abandono de ella y finalmente de su destino trágico. Dice Palahniuk:
Como una bola de nieve, cada vez que el anillo aparece carga con mas peso emocional. Las asociaciones se van acumulando como capas, causando recuerdos y haciendo que toda la historia detrás de la novela este presente en un solo simbolo. Este es un modo efectivo de usar un objeto. Pásalo de personaje a personaje, dejándole que vaya adquiriendo significado, y permitiendo a los personajes hacer uso de este «prop» con el que llevar a cabo distintos gestos.
Un anillo es un objeto que se presta a pasar de mano en mano, y no es raro que sea uno de los objetos que mas se utiliza como recurso literario. No lo negueis, estais todos pensando en cierta historia de Tolkien… Pero consideremos otro ejemplo de objeto de uso multiple: el yelmo de Mambrino, que aparece mencionado al menos 15 veces en el Quijote. Es el protagonista de una de las aventuras de la primera parte donde Don Quijote se convence de que la palangana de un barbero es el mítico yelmo mágico de un rey moro y se hace con el por la fuerza. A partir de ahí, el yelmo se convierte en un prop permanente del ingenioso hidalgo, un atributo de su persona. En la segunda parte el yelmo aparece por ejemplo usado como recipiente de los requesones comprados por Sancho, y cuando Don Quijote se lo encaja en la cabeza y los requesones se derraman le parece que se le estan derritiendo los sesos. Cuando mas tarde Sancho insiste que el yelmo no es tal si no una bacía de barbero, da pie a una replica que parece contener en una frase todo lo que es la esencia del Quijote:
Y fue rara providencia del sabio que es de mi parte hacer que parezca bacía a todos lo que real y verdaderamente es yelmo de Mambrino, a causa que, siendo él de tanta estima, todo el mundo me perseguiría por quitármele, pero como ven que no es más de un bacín de barbero, no se curan de produralle…
Dice Palahniuk:
El proposito de este ensayo es hacerte consciente de la importancia de los objetos en tu trabajo. Si identificas el propósito de cada objeto, puedes usarlo con mejor efecto. En vez de introducir un constante río de nuevos objetos, recicla los mismos, pasándolos entre los personajes como gestos, agregándoles significado y aumentando su poder.
Y propone el siguiente ejercicio, por si os animáis: Echa una ojeada a tus historias y películas favoritas e identifica los objetos importantes. Casi todos los personajes principales tendrán un objeto importante que representa o su salvación o su caída. Luego, examina tu propio trabajo e identifica los objetos importantes que has usado. Intenta limitar tus objetos y reciclarlos a lo largo de la historia de modo que adquieran tanto poder como sea posible cada vez que aparezcan. Busca maneras de metaforsearlos en cada aparición. Y crea gestos a través de los cuales tus personajes pueden usar los objetos para expresarse.
(Los ensayos de Chuck Palahniuk sobre escritura no tienen desperdicio y juntos constituyen un verdadero taller literario. Se encuentran aquí, por subscripción y en ingles. Pero no os preocupéis, que seguiré comentándolos y traduciéndolos.)
Alejandro Carrillo Rosas says
junio 30, 2016 at 7:35 pm¡Muy buen trabajo! Ya me estoy sumergiendo más por aquí y sólo me queda decirte que está chingón el blog, ahora mismo programo varias recomendaciones.
The Cuentista says
julio 1, 2016 at 8:59 amBueno Alejandro, para mi, que soy fan total del tuyo, que te guste a ti este blog es lo más… chingón del mundo!