Supongo que es una historia manida: decides pasar de escribir a convertirte en escritor. Como vives en el siglo XXI, uno de los primeros pasos que das es montar un blog. Tampoco es tan difícil, si escoges un buen tema y te miras por encima los tutorials de WordPress. Tu intención es tener una plataforma desde donde dejar constancia de tu nuevo propósito, relacionarte con otros de inquietudes similares y, ante todo, obligarte a escribir y rendirte cuentas. Y también, por qué no, pasártelo bien. Así que escoges con mimo un título, buscas fotos y publicas tu primera entrada. Y luego una segunda. Y una tercera. Sin pensarlo mucho. Y de pronto 50 personas se han pasado por tu blog. Cincuenta personas que nos sabes de donde vienen ni que buscan, pero que ninguna es tu madre. Y alguien escribe un comentario. Y cinco extraños se suscriben a las actualizaciones por correo… Y de algún agujero del laptop en el que estas escribiendo, sale un gusano que sin mas contemplaciones te pica.
Empiezas por crear una cuenta en Twitter para vincularla al blog. Y una pagina en Facebook. Y ya que estamos una en Instagram también. Te lanzas a visitar otros blogs de una manera desenfrenada. Saltas de uno a otro con la ansiedad de una ardilla buscando nueces en noviembre. Cada vez que esperas a que cargue una nueva página, aprovechas para mirar las estadísticas del blog. Una parte de tu cerebro, una que está en la parte trasera con mal acceso al hipotálamo, registra que has dejado de escribir ese cuento que hace dos días te absorbía tanto. Hay demasiados tweets que leer, demasiadas paginas que visitar, y sobre todo,demasiados consejos que seguir.
Los 7 ingredientes secretos para cocinar un blog de exito. Técnicas para aumentar tus suscriptores. How to become rich with your blog in 12 easy steps. ¿Qué tipo de escritor debes ser para tener éxito en tu blog? Como hacerte rico con tu blog. Blogging tips. Más blogging tips. La red está inundada de consejos para bloggeros incipientes y tu no te habías dado cuenta. Así que empiezas a darle vueltas. Y no puedes evitar observar que a tu blog, ése que empezaste antes de ayer, le falta bastante para ser un blog de éxito. Que con 50 clicks y 5 suscriptores no vas a ninguna parte, y no vas a poder hacer un superventas de tu novela (si, ésa que aun no has escrito). Con determinación y energía, te pones manos a la obra: haces un cursillo acelerado de SAO, escribes 25 borradores hasta encontrar una tag line que suena simultáneamente inteligente, informativa e irónica (y además con rima asonante), y te bajas en el Kindle la guía rápida ¨Everything You Ever Wanted to Know about Blogging but you Never Bothered to Ask.¨ Sobre todo, te esfuerzas en definir tu publico y encontrar un hueco. De madrugada, los ojos inyectados de sangre y los dedos de la mano paralizados por el síndrome del túnel carpiano, tienes la revelación: vas a rediseñar tu blog para que gire en torno a la literatura erótica basada en Narnia. Te vas a la cama agotado pero tranquilo: has encontrado tu nicho.
Al día siguiente te despiertas de resaca y como empachado. Y eso que llevas veinticuatro horas sin comer ni beber. Las estadísticas de tu blog muestran cinco nuevos clicks desde Uruguay. Alguien te ha dejado un comentario crítico, básicamente diciéndote que eres un imbécil. La idea de ser un blogger de éxito se te antoja no solo ingente e imposible, si no además abrumadora. Hace solo unos días que habías decidido dedicar más tiempo a la escritura. Tiempo que estas robando al trabajo que te da de comer, a tu gente, a tus aficiones, al sueño. Y ahora le robas tiempo a la escritura para dedicárselo al blog. De pronto todo te produce una pereza infinita y te ves sumido en la impotencia. En medio de ese vacío existencial que crece dentro de ti, la parte de atrás del cerebro se abre paso, y te susurra:
– Pero que literatura erótica, si ni siquiera te has leído las 50 Sombras de Grey.
– Tenía pensado pedirlo en Amazon…
– Y a ti no te gusta Narnia, que tú has sido siempre más de Tolkien.
– Ya, pero es que lo del sexo entre elfos y enanos está ya muy trillado…
vale, me callo…
Con mi recién adquirida lucidez, me doy entonces cuenta de tres cosas:
1.- La mayoría de bloggers que dan consejos de cómo hacer dinero escribiendo un blog, han hecho dinero escribiendo un blog sobre cómo hacer dinero escribiendo un blog. Esto a primera vista parece que no tiene sentido, pero si lo lees un par de veces veras que sí.
2. Querer que lo que escribes guste a los demás no es lo mismo que querer escribir lo que guste a los demás.
3. Qué más allá del número de seguidores y de la amortización monetaria, hay otras definiciones del éxito que pueden aplicarse a un blog. Como la de Ralph Waldo Emerson:
éxito es reírse a menudo y mucho, ganarse el respeto de gente inteligente y el afecto de los niños, merecer la apreciación de críticos honestos y saber soportar la traición de amigos falsos, apreciar la belleza y encontrar lo mejor en los demás.
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